El mar, tan ancho, tan abierto, tan libre.
Lo veo desde mi ventana y siento que puedo llegar hasta a él.
Quiero sentir el vaivén de las olas en mí, quiero oler su sal y su inmensidad.
Necesito ser libre y navegar profundamente en sus aguas azules para perderme y no mirar atrás.
La calma me invade y floto, soy un pez de colores nadando entre algas y corales,
Los reflejos dorados del sol me alcanzan y siento su calidez, a través del agua.
No hay tiempo ni espacio, solo hay mar.